ENCEFALOPATIA HEPÁTICA


Encefalopatía hepática























La encefalopatía hepática es un síndrome neuropsiquiátrico con el objetivo en pacientes con disfunción hepática o presencia de comunicaciones portosistémicas.

La encefalopatía se clasifica según la enfermedad:

(Tipo A) Fallo Hepatico fulminante
(Tipo B) Comunicaciones Portosistémicas
(Tipo C) Cirrosis Hepática 


Etiología

A pesar de ser una patología muy frecuente y presentar características clínicas definidas, no se conoce la causa específica de la Encefalopatia Hepatica

La encefalopatía hepática se puede desencadenar por:
  •  Deshidratación
  • Comer demasiada proteína
  • Anomalías (electrolíticas, paracentesis)
  •            Sangrado de los intestinos, estómago o esófago
  •      Infecciones
  •           Problemas renales
  •           Niveles bajos de oxígeno en el cuerpo

Epidemiologia en México

La encefalopatía hepática es una complicación frecuente en los pacientes con insuficiencia hepática y ha demostrado ser un evento importante en la historia natural de la enfermedad y en el pronóstico de la misma.

Las enfermedades del sistema digestivo fueron la 5ª causa más frecuente de mortalidad general en México en el 2011, de las cuales las enfermedades del hígado representan el primer lugar (32728 defunciones por año).

La encefalopatía hepática ocurre en al menos 30% a 45% de los pacientes con cirrosis y del 10% al 50% de los pacientes con cortocircuitos postosistemicos intrahepaticos transyugulares.

Fisiopatología

La encefalopatía hepática se produce a consecuencia del déficit de depuración de sustancias que ejercen un efecto nocivo sobre el sistema nervioso central. 
El amonio es la principal neurotóxina mejor caracterizada que puede llevar a una Encefalopatía hepática.


El amoniaco procede mayoritariamente del intestino, en donde se genera tras el metabolismo de los productos nitrogenados de la dieta, la acción de la flora intestinal y el metabolismo de la glutamina por la glutaminasa intestinal. El 90% es metabolizado en el hígado dando lugar a la síntesis de urea que sufre posteriormente eliminación renal. En situación de cirrosis hepática, la contribución de otros órganos a la eliminación de amoniaco puede ser muy importante, destacando el papel del músculo esquelético, por su capacidad para la síntesis de glutamina. 

Una vez que el amoniaco atraviesa la barrera hematoencefálica es metabolizado a glutamina en el interior del astrocito, una reacción que consume mucha energía y podría conllevar estrés oxidativo y disfunción celular. La disfunción astrocitaria podría producir disfunción neuronal con alteración en la neurotransmisiónb. Los principales sistemas de neurotransmisión afectados son el mediado por glutamato (principal neurotransmisor excitador) y el mediado por GABA (principal neurotransmisión inhibidor)


Figura 2.2 (Fisiopatológica de la Encefalopatia Hepática)



Afectación de la enfermedad bioquímicamente


El amonio normalmente se genera a partir de la ingestión de proteínas u otras sustancias nitrogenadas. Parte del amonio también se genera de los músculos ejercitados y de los riñones.
En condiciones normales fisiológicas, el amonio es convertido en urea a nivel hepático y en menor proporción a glutamina. La urea será luego eliminada por vía renal.
Cuando se presenta un compromiso importante de la función hepática, como en la cirrosis, la detoxificación del amonio se compromete seriamente. Esto se debe al daño de los hepatocitos y por lo tanto no podrán lograr la conversión a urea. Además, por el desarrollo de hipertensión portal y aparición de circulación colateral portosistémica, se va a presentar derivación de sangre rica en amonio de origen intestinal desde el sistema porta a la circulación sistémica.

El exceso de amonio que llega al torrente sanguíneo sistémico logra pasar al cerebro a través de la barrera hematoencefálica, lo cual se hace más evidente cuando se presenta un aumento del pH, ya que esto permite un incremento del amonio no ionizado el cual es más permeable.
Una vez en el cerebro, el amonio es convertido a glutamina, lo cual aumenta la relación glutamina/glutamato. El glutamato es el principal neurotransmisor excitatorio del cerebro, y ante la presencia de exceso de amonio, se convierte en glutamina que no tiene función excitatoria. Así, se produce un déficit de la función excitatoria del glutamato a nivel de la función sináptica del sistema nervioso central.

Por otra parte, también se ha identificado que el amonio en el cerebro produce inhibición de receptores especializados de glutamato, denominados NMDA (N-metil, D-aspartato), disminuyendo así la actividad neuroexcitatoria.
También, el amonio lleva a la inhibición de la proteinquinasa C, lo cual producirá un aumento de la actividad de la Na-K ATPasa que llevará a una depleción de ATP, fuente de energía del cerebro.









Bibliografía:

Víctor Idrovo. (Agosto 2003). Encefalopatía hepática. Revista Colombiana de Gastroenterologia.
Castellón Jimenez Jaime, Castro Kenia Vanesa, Sánchez Juan Carlos. (2013). Diagnóstico y tratamiento de la Encefalopatía Hepática.
Nevah MI, Fallon MB. (2013). Encefalopatía hepática. Recuperado de
Romero Manuel, Hoyas Elena. Encefalopatía hepática. Recuperado de

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